La tarjeta asegurada es una opción financiera para aquellas personas que buscan mejorar su historial crediticio o, por el contrario, iniciar uno desde cero. A continuación, te contamos qué debes saber antes de solicitar una.
¿Qué es una tarjeta asegurada?
Las tarjetas aseguradas son respaldadas por un depósito en efectivo que sirve como garantía para el prestamista si el titular de la tarjeta incumple con los pagos. Funcionan de manera similar a las tarjetas de crédito tradicionales, pero el límite de crédito está determinado por el depósito realizado por el titular de la tarjeta.
¿Cómo funciona?
Al hacer la solicitud de una tarjeta asegurada, generalmente debes realizar un depósito de seguridad al emisor de la tarjeta de tu interés. Este depósito suele ser equivalente al límite de crédito que te será otorgado, lo cual quiere decir que tras depositar US$500, tu límite de crédito será de US$500.
Una vez establecido dicho deposito, puedes utilizar la tarjeta asegurada para realizar compras como con una tarjeta de crédito convencional.
¿Cuáles son los beneficios de una tarjeta asegurada?
A continuación, te enumeramos los beneficios que ofrece esta categoría de tarjetas de crédito:
Construcción de historial crediticio
Las tarjetas aseguradas brindan una oportunidad para quienes no tienen historial crediticio o por el contrario tienen un historial crediticio limitado.
Control de gastos
Al tener un límite de crédito determinado por el depósito de seguridad, ayudan a controlar los gastos y así evitar el endeudamiento excesivo.
Aprobación garantizada
En vista de que el depósito de seguridad reduce el riesgo para la entidad financiera, estas tarjetas suelen ser más fáciles de obtener para quienes tienen un mal crédito o están por construirlo.
Posibilidad de ascenso
Al utilizar responsablemente una tarjeta asegurada, es posible calificar para una tarjeta de crédito no asegurada en el futuro y, a su vez, recuperar tu depósito de seguridad.
¿Qué es el depósito de seguridad?
El depósito inicial en una tarjeta asegurada se utiliza como garantía para respaldar el límite de crédito otorgado por el emisor de la tarjeta. Este depósito suele ser reembolsable y se mantiene en una cuenta separada o cuenta de depósito asegurado que no se utiliza para hacer pagos.
Mientras mantengas la cuenta en buen estado y no incurras en saldos impagos, podrás recuperar este depósito o recibir un reembolso tras acceder a una tarjeta de crédito no asegurada; sin embargo, si no cumples con los términos del acuerdo de la tarjeta, la entidad financiera retendrá el depósito a modo de compensación.
¿Cómo pasar de una tarjeta asegurada a una no asegurada?
Para avanzar en el mundo crediticio y subir a una tarjeta con menos restricciones, debes tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Mantén un buen historial de pagos
Asegúrate de pagar tus facturas mensuales a tiempo y en su totalidad, así demostrarás tu capacidad de manejo de crédito.
Mantén un saldo bajo
Mantén tu saldo de crédito utilizado por debajo del 30% de tu límite de crédito, pues esto confirma a la entidad financiera que eres responsable y no dependes en exceso del crédito disponible.
Solicita una actualización
Después de un periodo de tiempo, generalmente de entre 6 a 12 meses, puedes comunicarte con el banco para preguntar sobre la posibilidad de actualizar tu tarjeta a una no asegurada. Este tipo de programas se ofrecen a clientes con un buen historial crediticio.
Considera otras opciones
Si tu emisor actual no ofrece una opción de actualización, investiga tarjetas de crédito no aseguradas disponibles en el mercado. Elige aquellas que ofrezcan términos y beneficios acorde a tu situación financiera actual.
Sigue construyendo tu crédito
Una vez obtengas una tarjeta de crédito no asegurada, continúa con tus buenos hábitos financieros, esto te ayudará a acceder a mejores ofertas de crédito en el futuro.
Te recomendamos
Las tarjetas aseguradas pueden convertirse en una valiosa herramienta para construir crédito y acceder a oportunidades financieras a largo plazo. Antes de hacer tu elección, es importante verificar si dicho producto permite hacer la actualización a tarjeta de crédito convencional, de esta manera podrás tomar la decisión que más te convenga.
Recuerda que, como todo producto financiero, es importante utilizarla con responsabilidad y pagar las facturas a tiempo, así evitarás cargos por intereses y mantendrás un buen historial crediticio.
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